- (Dirigiéndose hacia el bureau.) ¡Lo haré yo entonces! (Tira de la campanilla se sienta y escribe una tarjeta.)
LADY WINDERMERE.. - ¿Estás decidido a invitar esa mujer?
LORD WINDERMERE.- Sí. (Pausa. Entra PARKER.) Parker, esta carta a mistress Erlynne, calle Curzon número 84. No espera contestación. (PARKER coge la carta, se inclina y sale.)
LADY WINDERMERE.- Arturo, si esa mujer viene aquí, la insultaré.
LORD WINDERMERE.- No digas eso, Margarita.
LADY WINDERMERE.- Lo digo, y lo haré.
LORD WINDERMERE.- Si hicieras semejante cosa Margarita, no hay una mujer en todo Londres que no te compadeciese.
LADY WINDERMERE.- No hay una mujer honrada en todo Londres que no me aplaudiese. Hemos sido demasiado cobardes las mujeres. Es preciso que demos un ejemplo. Yo lo daré esta noche, si llega el caso. (Cogiendo el abanico de encima de la mesa.) Tú me has regalado hoy este abanico; ha sido tu regalo por mi cumpleaños, ¿verdad? Pues si esa mujer entra en mi casa, yo te aseguro que le cruzaré la cara con él.
LORD WINDERMERE.- Tú no harás semejante cosa Margarita.
LADY WINDERMERE.- Tú no me conoces. (Se dirige hacia la izquierda. Entra PARKER.) ¡Parker!
PARKER.-;,Qué manda la señora?
LADY WINDERMERE.- Comeré en mis habitaciones. O, mejor dicho, no comeré. Procure usted que todo esté listo para las diez y media. Y tenga usted cuidado, Parker, de pronunciar los nombres de los invitados con toda claridad. A veces habla usted tan de prisa que no le entiendo. Esta noche, a fin de no equivocarse, deseo oírlos claramente. ¿Me ha comprendido, Parker?
PARKER.- Perfectamente. Descuide la señora.
LADY WINDERMERE.- ¡Bien! (Sale PARKER.) Arturo, si esa mujer viene aquí, te lo advierto...
LORD WINDERMERE. - ¡Nos perderás, Margarita!
LADY WINDERMERE.- ¿Nos? Desde este instante, mi vida está separada de la tuya. Pero si deseas evitar un escándalo, escribe inmediatamente a esa mujer diciéndole que le prohibo que venga aquí.
LORD WINDERMERE.- ¡Imposible!... ¡No puedo!... ¡Debe venir!
LADY WINDERMERE. - ¡Atente, entonces, a las consecuencias!
¡Tú lo habrás querido! (Sale por la derecha.)
LORD WINDERMERE.- (Llamándola.) ¡Margarita! ¡Margarita!
(Pausa.) ¡Dios mío! ¿Qué hacer? ¿Cómo decirle quién es realmente esa mujer? No, no me atrevo. Se moriría de vergüenza... (Se deja caer en un sillón y esconde el rostro entre las manos.)
TELÓN
ACTO SEGUNDO
Salón en casa de lord Windermere. Puerta a la derecha que conduce al salón de baile, donde toca la orquesta. Puerta a la izquierda, por la que entran los invitados. Puerta en el fondo a la izquierda, sobre la terraza iluminada. Palmeras, flores y muchas luces.
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