dice que si una aspiración social alcanza el estadio religioso, forzosamente vence, y me citó la historia de todas las religiones. Acepto el argumento, pero le hago notar lo siguiente: cualquier religión, después de vencer, ¿impuso realmente, o conservó realmente, la aspiración que la había formado? Fíjese en el cristianismo. Alcanzó el estadio religioso, venció, es verdad. ¿Pero lo que se realizó fue cristiano? ¿La civilización cristiana estuvo y está de acuerdo con los principios cristianos? ¿La paz, el amor entre los hombres, la caridad, la castidad, todo eso que está en el cristianismo, a ud. le parece que ha sido muy sobresaliente en la vida de la civilización cristiana?
—No me parece. Y presumo que ud. quiere decir que, alcanzando el anarquismo el estadio religioso, y realizándose de esa manera, malogrará, al realizarse, sus propios principios y aspiraciones exactamente como el cristianismo, en su realización malogró los suyos.
—De eso se trata.
—Pero, mi amigo, el cristianismo se malogró al realizarse porque es una religión antinatural, antinatural porque contraría casi todos los instintos humanos, y antinatural porque es sobrenatural. Y lo sobrenatural es antinatural de dos maneras: porque es sobrenatural, y porque sobre lo sobrenatural, que es invisible e inverificable, es imposible obtener la creencia y el acuerdo de todos los hombres. ¿A ud. no le parece más fácil que nosotros dos coincidamos en que este coñac es bueno, porque lo podemos probar, que en la idea que nos hagamos de la cara del francés que lo fabricó? Pues es mucho más fácil, mucho más natural y mucho más Q conseguir que los hombres aspiren a la libertad, que saben lo que es, que a un cielo o a un Dios del que no pueden tener en verdad idea alguna. Por otro lado, yo cité el hecho histórico de que siempre haya vencido una aspiración cuando alcanza el estadio religioso, simplemente para probar la viabilidad del anarquismo cuando alcance ese estadio. No comparé al anarquismo con ninguna religión, ni podría compararlo. El anarquismo es la irreligión natural, puesta por la Naturaleza en el corazón de los hombres. Empleo las frases religiosas, ud. entiende, pero les pongo un signo menos. Y así está claro.
—Si ud. hubiera dicho "el estadio místico", en lugar de "el estadio religioso", yo no hubiera hecho objeción alguna.
—Es verdad. Tiene ud. mucha razón. De hecho es eso lo que yo debería haber dicho. ¿Pero ud. comprende, no es verdad?
—Ahora, perfectamente*1.
[272D-12]
[Mixto]
No tenía escrúpulos. ¿Por qué había de tener escrúpulos? ¿Cómo puede tener escrúpulos quien está trabajando por la liberación de la humanidad?
Casi tuve ganas de reír, pero mi risa murió antes de pensar en nacer14. El banquero hablaba calurosamente y con evidente sinceridad.
Y en un gesto aún triunfal pidió la cuenta.
—Un colegio de jesuitas. Un jesuita debería retorcerse de rabia de ver cómo allí se realizó en serio la tal historia de, ¿cómo es que se llama?…, del perínde ac cadáver. Los jesuitas, al menos, tienen la excusa del Otro Mundo. Los comunistas, hijo, son los jesuitas sin excusa. Hay intelectuales, profesores, estudiantes avanzados, y otras personas así que son socialistas y comunistas… Y ésos, en general, ni son de la tal "gente humilde" ni pasaron hambre ni… —Ahora deje eso, hombre, deje eso. ¿Usted considera que yo, yo que sé cómo se forma, cómo se forma en serio, un sublevado, usted considera que yo creo en la sinceridad de esos mierdas? Si un tipo cree en una cosa como el comunismo o el anarquismo sin haber pasado por lo que yo pasé Que uno u otro se considere sincero, está bien: también hay mucha gente que se considera inteligente y no lo es, y que se considera buena y no lo es, y que se considera bonita y no lo es. ¡Bromas, mi amigo! Hay que pasar por cosas que a uno lo sublevan para llegar a ser un sublevado.
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