La almea sería entonces una simple flamenquita vestida de bailarina hindú.

[634] Poema de agosto de 1872 (estaría pues escrito en Londres). Esta circunstancia justificaría el tema obsesivo del hambre (el que Rimbaud pasó en Londres) y el contraste entre dos mundos: el mineral y el vegetal. Sin que veamos, en ningún momento, que el primero pertenece a la Inglaterra presente y el segundo a las Ardenas ausentes, como cree parte de la crítica.

[635] Reminiscencias de Perrault y de La Fontaine.

[636] «La flor blanca del camino» es la corehuela ––en francés, liserón.

[637] Este «¡Comed!» sólo figura en el manuscrito corregido por Rimbaud; da la impresión de que, al releer su texto, el poeta necesita esta precisión, con el fin de dar sentido a los versos posteriores. Algunas ediciones de las poesías de Rimbaud no lo incluyen... y el poema se hace más enigmático ––mucho más moderno y mejor, pues.

[638] Como hemos encontrado este adjetivo en A. Machado, nos complace utilizarlo para traducir a Rimbaud.

[639] Poema de mayo-junio de 1872, según las indicaciones que se pueden extraer del texto de Una temporada. A pesar de las apariencias, Rimbaud no respeta la métrica, como veremos.

[640] No hubiera sido difícil encontrar una rima en uma; pero observemos que dos versos de la estrofa de Rimbaud se quedan sin rimar––como en la estrofa siguiente, algo que no ocurre en la última; no buscamos, pues, esa rima.

[641] Como el poeta; observemos la insistencia del tema floral ‘humilde’ como espacio privilegiado en el que descansa el imaginario del poeta.

[642] Torrente que separa Jerusalén del Monte de los Olivos.

[643] Poema sin fecha, posiblemente, de la época de los anteriores. La crítica renuncia a buscarle un sentido y se contenta con vagas alusiones a la música de lo inefable.

[644] Esta estrofa sólo presenta el problema de saber si en abril hay arvejas o no las hay.

[645] La luna.

[646] Se ha intentado llegar, partiendo de la presencia de Alemania y de Sicilia, a interpretaciones que pondrían el poema en conexión con las antiguas religiones (santos, filtros, fiestas astrales...). Todo es posible.

[647] No sólo la última estrofa se queda sin rimas... El último verso tiene un pie de más.

[648] Poema sin fecha de escritura; aparece incluido en Una temporada en el infierno (1873). Algunos críticos lo titulan Felicidad, debido al contexto que intenta `explicarlo' en ese libro. Inicio enigmático que ha despertado la imaginación interpretativa: ¿de qué estaciones se trata? ¿las del año, las de la vida? ¿de qué castillos habla Rimbaud? Algunos han pensado que se trata de los castillos del alma, a lo Santa Teresa; otros, más imaginativos aún, de los castillos en el aire (les châteaux en Espagne, como dicen los franceses) que se había fabricado el poeta sobre su posible vida.

[649] El Gozo, la felicidad, se supone.

[650] El gallo por antonomasia (por pura etimología). Ahora bien, no sabemos qué relación existe entre el Gozo y el gallo galo; como no sea el de haber pasado las angustias de la noche y de acceder a la luz del día, con recuerdo evangélico interesante: el del gallo de san Pedro, anunciando al alba los problemas de la fe en Cristo.

[651] ¿El Gozo o el gallo?

[652] Sí parece que existe una relación entre el Gozo, una cierta exaltación perezosa de los sentidos y de la mente y una palabra (la del poeta) volátil, inconsecuente y huidiza. Todo tendría una raíz primera y mágica: el estudio mágico de la felicidad; por ello no hemos dudado en calificarlo en nuestra traducción de mágica alquimia.

[653] Los últimos cinco versos no aparecen en la edición de La Pléiade, que hemos seguido en todo momento; sí aparecen en la de Classiques Gamier. La razón de estas dudas se deben al estado del manuscrito y a la edición de La Vogue (N° 9, 1886). En el manuscrito están tachados (pero todo el manuscrito está muy tachado); en La Vogue no aparecen. Hemos pensado que son interesantes y los traducimos entre corchetes. El poema tiene una mayor unidad sin ellos; pero el último verso nos dice hasta qué punto Rimbaud está obsesionado con la muerte por aquella época.

[654] Nos encontramos, de nuevo, con un problema de fechas: si el poema es de 1872 y se refiere a los problemas de Madame Rimbaud con su hijo, no presentaría inconvenientes para los defensores de la abjuración total y absoluta que nuestro poeta hace en relación con el verso regular; si el poema es de 1873, y se refiere a las disputas entre Rimbaud y Verlaine, echaría por tierra la dimensión absoluta de esta abjuración. ¡Como si los poetas no pudieran escribir cuando les da la gana y como les da la gana! Claro que, entonces, la actitud de Rimbaud no sería todo lo históricamente ejemplar que algunos críticos necesitan. Poema dialógico, una vez más: al deseo de la madre (o de la mujer de Verlaine) expresado de manera explicita en la segunda estrofa, entre paréntesis, el poeta responde retomando los mismos argumentos ––la destrucción del niño––, pero dándoles un giro de ciento ochenta grados: mientras que el niño no... el niño deberá obrar con disimulo para engañar a todos.

[655] Verso con un pie de más, que podía haber sido evitado con extrema facilidad, tanto en el texto francés como en su traducción española. La rebelión es, sin embargo, parcial: en su ironía el poeta no desprecia una última oración, tras su muerte.

[656] La obra de Rimbaud no es tan abundante como para poder olvidar cualquier elemento que presente un mínimo de interés: poemillas más o menos olvidados, fragmentos que nos indican las obsesiones del poeta y la dimensión existencial de su voz, atenta siempre a las circunstancias, por muy pequeñas que sean, que pueden despertar un eco en su conciencia de poeta. S. Bernard en su edición de las Obras de Rimbaud las desprecia; R de Renéville y J. Mouquet en su edición de Obras completas las recogen. No tienen, a nuestro entender, una importancia poética desmesurada. Son restos y, a veces, de escaso valor poético, aunque siempre de gran valor circunstancial.

[657] Octavilla escrita por Rimbaud, si creemos a su amigo Delahaye, cuando los dos, en el transcurso de un paseo (antes de tener que volver al colegio, tras la guerra francoprusiana) suben al campanario de la iglesia del pueblo (junio de 1871). La desesperación de los dos escolares es superior al encanto de la situación y el poeta no encuentra mejor elemento de contraste para expresarla que la solidez sonora de las campanas, en una de las cuales, al parecer, Rimbaud escribió el poema.

[658] Nombres imaginarios que Rimbaud se da y da a su amigo; compuestos, probablemente, a partir de baudruche (pellejo inflado, cantimplora...) y de balour (golfo, bala perdida...).

[659] Uno no sabe muy bien cuáles podían ser los anhelos de estos dos estudiantes modélicos. Si nos atenemos a las circunstancias, acababan de tirar desde lo alto del campanario un orinal que habían encontrado allí, y que cayó junto a un transeúnte. No es de extrañar que, antes, hubieran hecho en él sus necesidades. El campanario, en estas circunstancias, es evidentemente louche (raro, sospechoso...).

[660] Director del colegio de Mézières, cerrado por la guerra; lo reabrió después de Pascua, en vez de esperar al curso siguiente, contrariando el deseo de Delahaye.

[661] Poema copiado por Verlaine en una carta remitida por Delahaye que acompaña a los Stupra de Rimbaud; también hace alusión a él Germain Nouveau. Conocemos ya la predilección del poeta por ciertos lugares (les lieux); los lugares por excelencia: los retretes, donde uno puede estar sin que le molesten, y al fresco.

[662] Recordemos que en un poema del Álbum de coña, Rimbaud juega con la palabra siège (asedio y asiento). Aquí se trata de la taza del váter. El poema aúna este gusto personal coprófilo con la alusión a un acontecimiento de época y a una alusión política.

[663] Asesino condenado a muerte; también aparece en el poema París, del mismo álbum.

[664] Asiento.

[665] El conde de Chambord (1820-1883), nieto de Carlos X; pretendiente al trono de Francia, con el nombre de Enrique V. Observemos que, en francés, Henri Kink y Henri V pueden leerse de idéntica manera, si V lo leemos como se lee cuando se trata de Carlos Quinto. Badingue es mote de Napoleón III.

[666] Asedio.

[667] La edición de la Pléiade presenta con este título versos aislados conservados por los amigos del poeta, en especial Delahaye y Verlaine ––a veces de memoria y otras veces incorporados a sus obras, como citas de Rimbaud.

[668] Y profesor en Charleville. Rimbaud, si creemos a Delahaye, le habría enviado unos poemas burlescos, género SU e, tras la lectura de Rabelais, estaba trabajando en aquellos días (<julio 1871?).