Ahora lo aplastan.Y el suyo es un escándalo muy feo. No podría usted sobrevivir a él. Si se supiera que un joven, secretario de un importante ministro, vendió un secreto de Estado por una gran suma de dinero, la cual fue el origen de su carrera y su fortuna, usted sería arrojado fuera de la vida pública, desaparecería completamente.Y después de todo, sir Robert, ¿por qué va a sacrificar su porvenir en vez de tratar diplomática­mente con su enemiga? Por el momento, yo soy su ene­miga. ¡Lo admito! Y soy mucho más fuerte que usted. Los grandes batallones están de mi parte. Tiene usted una espléndida posición, pero por eso mismo es muy vul­nerable. ¡No puede defenderla!, y yo estoy atacando. Naturalmente, no le he hablado de moralidad. Debe admitir que tengo delicadeza. Hace años llevó usted a cabo un asunto inteligentemente y sin escrúpulos; fue un gran éxito. Consiguió fortuna y posición. Y ahora tiene que pagar por ello. Más pronto o más tarde todos tene­mos que pagar por lo que hemos hecho. Usted tiene que pagar ahora. Esta noche, antes que nos separemos, usted me habrá prometido suprimir su informe y hablar en la Cámara en favor de ese proyecto.

SIR ROBERT CHILTERN. ––Lo que me pide es imposible.

MISTRESS CHEVELEY. ––Debe ser posible. Usted lo hará posible. Sir Robert, ya sabe cómo son los periódicos ingleses. Suponga que al dejar esta casa voy a la oficina de algún periódico y les cuento este escándalo, dándoles pruebas de él. Piense en su odiosa alegría, en el deleite que les causará el hundirlo a usted. Piense en el hipócri­ta de grasienta sonrisa confeccionando su artículo y eli­giendo unos sabrosos titulares.

SIR ROBERT CHILTERN. ––¡Cállese! ¿Quiere que retire el informe y diga un corto discurso, explicando que creo que hay posibilidades en su proyecto?

MISTRESS CHEVELEY. ––(Sentándose en el sofá) Ésas son mis condiciones.

SIR ROBERT CHILTERN. ––(En voz baja.) Le daré el dinero que desee.

MISTRESS CHEVELEY. ––No sería lo bastante rico, sir Robert, para comprar su pasado. Ningún hombre lo es.

SIR ROBERT CHILTERN. ––No haré lo que me pide. No lo haré.

MISTRESS CHEVELEY. ––Lo hará. Si no...