(Pausa).
NOVIO (Por la NOVIA).
Debe estar vistiéndose.
(Entra el PADRE de la NOVIA. Es anciano, con el cabello blanco reluciente. Lleva la cabeza inclinada. La MADRE y el NOVIO se levantan y se dan las manos en silencio).
PADRE
¿Mucho tiempo de viaje?
MADRE
Cuatro horas. (Se sientan).
PADRE
Habéis venido por el camino más largo.
MADRE
Yo estoy ya vieja para andar por las terreras del río.
NOVIO
Se marea. (Pausa).
PADRE
Buena cosecha de esparto.
NOVIO
Buena de verdad.
PADRE
En mi tiempo, ni esparto daba esta tierra. Ha sido necesario castigarla y hasta llorarla, para que nos dé algo provechoso.
MADRE
Pero ahora da. No te quejes. Yo no vengo a pedirte nada.
PADRE ( Sonriendo).
Tú eres más rica que yo. Las viñas valen un capital. Cada pámpano una moneda de plata. Lo que siento es que las tierras... ¿entiendes?... estén separadas. A mí me gusta todo junto. Una espina tengo en el corazón, y es la huertecilla esa metida entre mis tierras, que no me quieren vender por todo el oro del mundo.
NOVIO
Eso pasa siempre.
PADRE
Si pudiéramos con veinte pares de bueyes traer tus viñas aquí y ponerlas en la ladera, ¡qué alegría!...
MADRE
¿Para qué?
PADRE
Lo mío es de ella y lo tuyo de él. Por eso. Para verlo todo junto, ¡que junto es una hermosura!
NOVIO
Y sería menos trabajo.
MADRE
Cuando yo me muera, vendéis aquello y compráis aquí al lado.
PADRE
Vender, ¡vender! ¡Bah!; comprar, hija, comprarlo todo. Si yo hubiera tenido hijos hubiera comprado todo este monte hasta la parte del arroyo. Porque no es buena tierra; pero con brazos se la hace buena, y como no pasa gente no te roban los frutos y puedes dormir tranquilo.
(Pausa).
MADRE
Tú sabes a lo que vengo.
PADRE
Sí.
MADRE
¿Y qué?
PADRE
Me parece bien. Ellos lo han hablado.
MADRE
Mi hijo tiene y puede.
PADRE
Mi hija también.
MADRE
Mi hijo es hermoso. No ha conocido MUJER. La honra más limpia que una sábana puesta al sol.
PADRE
Qué te digo de la mía. Hace las migas a las tres, cuando el lucero. No habla nunca; suave como la lana, borda toda clase de bordados y puede cortar una maroma con los dientes.
MADRE
Dios bendiga su casa.
PADRE
Que Dios la bendiga.
(Aparece la CRIADA con dos bandejas. Una con copas y la otra con dulces).
MADRE (Al hijo).
¿Cuándo queréis la boda?
NOVIO
El jueves próximo.
PADRE
Día en que ella cumple veintidós años justos.
MADRE
¡Veintidós años! Esa edad tendría mi hijo mayor si viviera. Que viviría caliente y macho como era, si los hombres no hubieran inventado las navajas.
PADRE
En eso no hay que pensar.
MADRE
Cada minuto, métete la mano en el pecho.
PADRE
Entonces el jueves. ¿No es así?
NOVIO
Así es.
PADRE
Los novios y nosotros iremos en coche hasta la iglesia que está muy lejos, y el acompañamiento en los carros y en las caballerías que traigan.
MADRE
Conformes.
(Pasa la CRIADA).
PADRE
Dile que ya puede entrar. (A la MADRE). Celebraré mucho que te guste.
(Aparece la NOVIA.
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