Al honrado la suerte se le acaba por los pies. Buen día tengáis.

GLOSTER

El duque ha hecho mal: esto dará que sentir.

Sale. KENT

Buen rey, verás que se cumple el dicho: cuando el cielo te abandona, te quedas expuesto al sol.

Acércate, faro de nuestro mundo, que pueda, con tus socorridos rayos, leer esta carta. Casi nadie ve milagros mas que en la desgracia. Sé que es de Cordelia, que por suerte ha tenido noticias de mi simulación y hallará el momento de proveer remedio y cura a tan extraordinaria situación. Ojos soñolientos y cansados de velar, aprovechad la ocasión y no veáis mi humillante alojamiento.

Fortuna, buenas noches, vuelve a sonreír y que gire tu rueda.

Se duerme. Entra EDGAR. EDGAR

Oí pregonar que me buscan y, gracias al hueco de un árbol, logré evadir la persecución. No hay salida abierta, ni puesto que no extreme la guardia en espera de apresarme. Mientras pueda escapar, me protegeré; tengo la intención de ofrecer el aspecto más pobre e indigno con el que la miseria, desdeñosa del hombre, le redujo casi a bestia. Me ensuciaré la cara, me ceñiré una manta, haré de mi pelo greñas y, expuesta mi desnudez, lucharé contra el viento y el acoso de los cielos. El campo ofrece casos y ejemplos de mendigos lunáticos que, vociferando, se clavan en el brazo desnudo y entumecido alfileres, pinchos de madera, clavos, puntas de romero; con tan horrible espectáculo van por míseras granjas, aldehuelas, majadas y molinos, y, con locas maldiciones o con súplicas, mueven a caridad:

«¡Socorred a Turlygod! ¡Limosna para Tom!» Es lo que me queda, pues Edgar no existe.

Sale.

Entran LEAR, el BUFÓN y un CABALLERO. LEAR

Es raro que salieran de ese modo sin dar respuesta a mi emisario.

CABALLERO

Oí decir que anteanoche no tenían pensamiento de ausentarse.

KENT

¡Salud, noble amo!

LEAR

¡Vaya! ¿Te diviertes con ese castigo?

KENT

No, señor.

BUFÓN

¡Ja, ja! ¡Qué ligas más duras lleva! Los caballos se atan por la cabeza, los perros y los osos por el cuello, los monos por la cintura y los hombres por las piernas. Quien mueve mucho las piernas, lleva medias de madera.

LEAR

¿Quién es el que confundió tu puesto al punto de meterte ahí?

KENT

«El que» y «la que»: vuestro yerno e hija.

LEAR

No.

KENT

Sí.

LEAR

Que no.

KENT

Que sí.

LEAR

¡Por Júpiter, juro que no!

KENT

¡Por Juno, juro que sí!

LEAR

No se atreverían, no podrían, no querrían. Atentar contra el respeto con tales desafueros es peor que un crimen. Cuéntame rápido y preciso de qué modo mereciste o ellos te impusieron este trato, siendo mi emisario.

KENT

Señor, cuando les di vuestra carta en su residencia, estando aún de rodillas presentando mis respetos, llegó un mensajero a toda prisa y sudoroso, transmitiendo entre jadeos saludos de su ama Goneril.

Sin importarle interrumpir, les entregó una carta que leyeron sin demora y, al ver el mensaje, llamaron a sus criados, montaron a caballo, me mandaron seguirles y esperar respuesta, mirándome con frialdad. Luego, aquí, al encontrarme al otro mensajero, cuya acogida fue veneno de la mía, y viendo que era el mismo que hace poco se mostró tan insolente con Vuestra Majestad, con más valor que prudencia, desenvainé.

El despertó a la servidumbre con sus gritos y alaridos de cobarde. Vuestro yerno e hija juzgaron que mi ofensa merecía la vergüenza que ahora sufro.

BUFÓN

Si vuela el ganso bravo, aún estamos en invierno. Suele tener hijo ingrato el padre que va harapiento, pero el hombre adinerado será padre de hijo tierno.

La fortuna, puta innoble, le cierra la puerta al pobre.

Pero tú cogerás tantas perras por tus hijas que estarás un año contándolas.

LEAR

¡Ah, la sofocación se me sube al pecho!

¡Hysterica passio, quieta! Angustia trepadora, tu elemento está abajo. -- ¿Dónde está esa hija?

KENT

Está ahí dentro, señor, con el conde.

LEAR

No me sigáis. Esperad aquí.

Sale. CABALLERO

¿No cometisteis más falta que la que habéis dicho?

KENT

Ninguna.

¿Cómo es que el rey viene con tan pocos?

BUFÓN

Si te hubieran metido en el cepo por hacer esa pregunta, lo tendrías bien merecido.

KENT

¿Por qué, bufón?

BUFÓN

Te mandaremos a la escuela de la hormiga para que aprendas que en invierno no se trabaja. Salvo los ciegos, los que siguen su nariz se guían por los ojos, y no hay una sola nariz entre veinte que no huela al que apesta, Suelta la gran rueda que corre cuesta abajo, no sea que te mates por seguirla; pero, si va cuesta arriba, deja que tire de ti. Cuando un listo te dé mejor consejo, devúelveme el mío. Como lo da un bobo, que lo sigan los bribones.

Quien trabaja por la paga y sirve por conveniencia, en cuanto llueve se larga y te deja en la tormenta.

Queda el bobo, marcha el listo, y ahora me quedo yo.

Bobo el bribón que se ha ido, que el bobo no es un bribón.

KENT

¿Dónde aprendiste eso, bobo?

BUFÓN

En el cepo no, bobo.

Entran LEAR y GLOSTER. LEAR

¿Se niegan a verme? ¿Están indispuestos, cansados, viajaron de noche? Simples evasivas, signos de rebeldía y deserción.

Traedme otra respuesta.

GLOSTER

Querido señor, ya conocéis el carácter irascible del duque y sabéis lo constante e inflexible que es en sus decisiones.

LEAR

¡Venganza! ¡Peste! ¡Muerte! ¡Destrucción! «¿Carácter?» «¿Irascible?» Gloster, Gloster, quiero ver al Duque de Cornwall y a su esposa.

GLOSTER

Pero, señor, ya les he informado.

LEAR

«¡Informado!» Pero, ¿es que no me entiendes?

GLOSTER

Sí, señor.

LEAR

El rey quiere ver al duque; el padre quiere ver a su hija, le ordena obediencia… ¿Les has «informado»? ¡Por mi vida y mi sangre! ¿Conque «irascible»? Pues dile al colérico duque… Bueno, no: quizá no esté bien.

La dolencia descuida las obligaciones que debe cumplir la salud; no somos los mismos cuando, aquejada, la naturaleza obliga al espíritu a sufrir con el cuerpo.

Seré paciente; y reniego de la irreflexión que me ha hecho tomar el acto de un enfermo por el de un sano. -- ¡Muerte a mi realeza! ¿Por qué está él ahí? Esta acción me convence de que el viaje del duque y de mú hija es pura farsa. Quiero que liberéis a mi criado. Id a decirles al duque y a su esposa que quiero verlos. ¡Ahora mismo, ya!

Decidles que salgan y me oigan o tocaré el tambor a la puerta de su cuarto hasta matar el sueño para siempre.

GLOSTER

Deseo que haya paz entre vosotros.

Sale.