ALBANY

¡Por todos los dioses! ¿A qué se debe esto?

GONERIL

No te inquietes por saberlo; que su arrebato tenga todo el campo libre que le da la chochez.

Entra LEAR. LEAR

¡Cómo! ¿Cincuenta de mis hombres de una vez? ¿De aquí a dos semanas?

ALBANY

Pero, ¿qué pasa, señor?

LEAR

Ya te lo diré. – [A GONERIL] ¡Vida y muerte! Me avergüenza que puedas sacudir mi hombría de este modo, que seas digna de estas lágrimas ardientes que me brotan. ¡Rayos y tormentas sobre ti! ¡Las llagas insondables de mi paterna maldición corroan tus sentidos! Viejos ojos necios, si seguís llorando, os arrancaré y arrojaré con todo vuestro llanto para que ablandéis la arcilla.

Muy bien. Me queda otra hija, que sin duda me dará cariño y consuelo. Cuando sepa lo que has hecho, con las uñas te desollará esa cara de loba. Ya verás si no recobro la figura a la que crees que he renunciado para siempre.

Sale. GONERIL

¿Te has fijado?

ALBANY

Goneril, el gran amor que te tengo no me impide…

GONERIL

Basta, te lo ruego. -- ¡Eh, Oswald! -- [Al BUFóN] Tú, más farsante que bufón, ¡corre con tu amo!

BUFÓN

¡Eh, Lear, abuelo Lear!

¡Espera, que va el bufón!

La zorra, si la has pillado, y una hija como ésta acabarán mal, si el gorro me lo cambian por la cuerda; conque el bufón no se queda.

Sale. GONERIL

¡Qué bien le aconsejaron! ¡Cien caballeros! ¡Demuestra gran prudencia mantenerle con cien caballeros armados! Sí, para que al menor capricho, rumor, antojo, queja o desagrado proteja su chochez por la violencia y ponga nuestras vidas en peligro. -- ¡Eh, Oswald!

ALBANY

Creo que recelas demasiado.

GONERIL

Es mejor que fiarse demasiado.

Antes suprimir el daño que recelo que vivir temiendo el daño. Le conozco bien. He escrito a mi hermana y se lo he contado todo. Si le acoge con sus cien caballeros, cuando le hago ver la improcedencia…

Entra [OSWALD, el] mayordomo. Oswald, ¿has escrito esa carta a mi hermana? OSWALD

Sí, señora.

GONERIL

Que alguien te acompañe, y al caballo.

Infórmala bien de mis recelos y añádele cuantas razones los confirmen.

Vete ya y regresa a toda prisa.

[Sale OSWALD.] No, no, mi señor: no condeno tu conducta blanda y generosa, aunque, permíteme decirte que es más censurada tu falta de prudencia que elogiada tu dañosa mansedumbre.

ALBANY

Por dónde ven tus ojos no puedo adivinarlo; lo bueno se malogra queriendo mejorarlo.

GONERIL

Entonces…

ALBANY

Muy bien. Lo veremos.

Salen.

I-5

Entran LEAR, KENT, un CABALLERO y el BUFÓN. LEAR [a KENT] Adelántate con esta carta. A mi hija le respondes solamente lo que pueda preguntarte de la carta. Demuestra diligencia o llegaré antes que tú.

KENT

Señor, no dormiré hasta haber entregado la carta.

Sale. BUFÓN

Si tuviéramos el cerebro en los talones, ¿no podrían salirnos sabañones?

LEAR

Sí, muchacho.

BUFÓN

Entonces, alégrate. Tu seso no tendrá que llevar zapatillas.

LEAR

¡Ja, ja, ja!

BUFÓN

Ya verás lo bien que te trata la otra hija, pues, aunque se parece a ésta como un pero a una manzana, yo sé lo que sé.

LEAR

¿Y qué sabes, muchacho?

BUFÓN

Pues que la otra sabrá igual, como un pero y otro pero.

¿Sabes por qué tenemos la nariz en medio de la cara?

LEAR

No.

BUFÓN

Para tener un ojo a cada lado. Así se ve lo que no se puede oler.

LEAR

Fui injusto con ella.

BUFÓN

¿Sabes cómo hace su concha la ostra?

LEAR

No.

BUFÓN

Yo tampoco. Pero sé por qué el caracol tiene casa.

LEAR

¿Por qué?

BUFÓN

Pues para meter la cabeza dentro, en vez de dársela a sus hijas y dejar los cuernos al aire.

LEAR

Prescindiré de mi afecto. ¡Un padre tan bueno! -- ¿Están listos mis caballos?

BUFÓN

Los están preparando tus burros. Si las siete estrellas no son más que siete es por una buena razón.

LEAR

Porque no son ocho.

BUFÓN

Pues, claro. Tú serías un buen bufón.

LEAR

Recobrarlo por la fuerza… ¡Monstruosa ingratitud!

BUFÓN

Abuelo, si fueses mi bufón, te mandaría azotar por ser viejo antes de tiempo.

LEAR

¿Qué quieres decir?

B UFÓN

Que no debías haberte hecho viejo hasta haber sido sensato.

LEAR

¡Cielos clementes, que no me vuelva loco, no!

¡Conservadme la razón, no quiero enloquecer! – Bueno, ¿están listos los caballos?

CABALLERO

Listos, señor.

LEAR

Vamos, muchacho.

BUFÓN

La que siendo ahora virgen se ríe de mi marcha dejará de ser virgen si la cosa se alarga.

Salen.

II-1

Entran [EDMOND, el] bastardo y CURAN por lados opuestos. Dios os guarde, Curan.

CURAN

Y a vos, señor. Vengo de ver a vuestro padre y le he informado de que el Duque de Cornwall y la

Duquesa Regan llegarán esta noche.

EDMOND

¿Cómo es eso?

CURAN

No lo sé. ¿Habéis oído las últimas noticias o, mejor dicho, los rumores, ya que por ahora no pasan de susurros?

EDMOND

No. ¿Qué dicen?

CURAN

¿No os han dicho nada de una guerra inminente entre los Duques de Cornwall y de Albany? EDMOND

Ni una palabra.

CURAN

Entonces lo sabréis a su tiempo.