Sus ojos azules y extrañamente inexpresivos mantienen la mirada fija, con pagana indiferencia, en la colum­na que tiene ante él. Sería un excelente inspector de comportamiento en la capilla. Iría siempre con una vara y castigaría con azotes a los chicos peque­ños que se portaran mal. Está vinculado a las frases latinas de las lápidas de bronce. Nada ve. Nada oye. Está muy lejos de todos nosotros, está en un universo pagano. Pero mira, ahora se lleva la mano al cogote. Ademanes como éste bastan para que uno se enamore de alguien desesperadamente y para siempre. Dalton, Jones, Edgar y Bateman se llevan también la mano al cogote, de la misma manera. Pero sin éxito.»

«Por fin", dijo Bernard, «la sucesión de gruñidos cesa. El sermón termina. El predicador ha reducido a polvo la danza de las blancas mariposas ante la puerta. Su voz áspera y vellosa es como un mentón mal afeitado. Ahora, balanceándose como un mari­nero borracho, regresa a su asiento. Todos los pro­fesores intentarán imitarle. Pero, por ser delgadi­tos, por ser blandos, por llevar pantalones grises, sólo conseguirán quedar en ridículo. No, no les des­precio. Sus payasadas son dignas de lástima a mi parecer. Anoto este hecho en mi bloc de notas, junto con muchos otros, para futura referencia. Cuando sea mayor, llevaré siempre conmigo una li­breta, una libreta gorda, con muchas páginas metó­dicamente señaladas con las letras del alfabeto. Allí escribiré frases. En las páginas de la eme escribiré "mariposas, polvo de té". Si, en mi novela, describo el sol en el alféizar, buscaré en la eme y encontraré polvo de mariposas. Me será muy útil. El árbol "proyecta en la ventana las sombras de sus verdes dedos". Esto también me será muy útil. Pero, des­dichado de mí, cualquier cosa distrae mi atención, cualquier cosa, como un cabello retorcido como un hilo de azúcar tostado, como el libro de rezos de Celia, con incrustaciones de nácar. Louis puede con­templar la naturaleza sin un pestañeo durante una hora. Contrariamente, yo pronto me distraigo, a no ser que me estimulen con palabras.