Ésa es, para nosotros, la gran diferencia con la metáfora surrealista, más abstracta y, aunque nuestra opinión contradiga lo que habitualmente se piensa, más intelectualoide.

[576] El endecasílabo es un verso prácticamente inusitado en francés hasta que lo usan Verlaine y Rimbaud; para crear esa sensación insólita, lo hemos traducido por un verso de doce sílabas.

[577] Leamos was, para conservar el juego de sonoridades.

[578] El texto francés habla de cantimplora de colocasia. Sabemos que las primeras cantimploras fueron calabazas vaciadas de sus pipas, pero no conocemos cantimploras hechas de colocasia, planta arácea, originaria de la India, cuya inflorescencia se parece a la de la cala y cuyo fruto es una mazorquilla dorada. ¿llegaba el conocimiento de Rimbaud a estos extremos o, llevado por la sonoridad, creyó que la colacasse era una especie de calabaza ––en francés calebasse?

[579] Recordemos los poemas anteriores y el valor que toma el río como corriente de agua de oro; como si se hubiera operado la síntesis ––alquimia nada imaginaria–– entre el agua y la luz, los dos fluidos más evidentes del cosmos.

[580] De ferrocarril.

[581] Poema de mayo de 1872. No existe ningún arroyo con ese nombre. Dadas sus características ––agua negra, como el fruto de la variante de la grosella llamada cassis en francés–– y dado su contexto medieval, los críticos han intentado darle un referente geográfico en las Ardenas: el arroyo Semoy, afluente del Mosa; juegos de crítico erudito. Desde el punto de vista métrico, el poema sigue las pautas del anterior.

[582] Después de dejar versos sin rima y sin asonancia en la estrofa anterior, Rimbaud construye esta estrofa con una única asonante ––bastante mal sonante, por cierto.

[583] Rimbaud juega con las palabras: claires––voies puede ser entendido como un elemento vano de la arquitectura que deja pasar la luz (y el bosque tendría sus claraboyas), o como los caminos luminosos que traza el río por el bosque, sus claras vías. Hemos optado por esta última posibilidad, inclinados a ello por la presencia del caminante, en el mismo verso.

[584] Aunque a Rimbaud le gusta el campo como espacio natural, detesta el mundo campesino como institución, y los campesinos en particular: representan, en raquítico, los grandes vicios que odia: trabajo diario, ahorro, parsimonia, etc. ¡No son generosos ni para beber ni para invitar a beber!

[585] Poema de mayo de 1872 (publicado en 1886); en una primera versión se tituló el Infierno de la sed. Está construido por una sucesión de canciones falsamente dialogadas: en la primera parte de éstas, los parientes del poeta (grandes bebedores y borrachos, según ha puesto de manifiesto la crítica biográfica), el espíritu, los amigos... le invitan a beber; el poeta les responde, a los primeros con un solo verso que es como una invitación a la muerte por ahogamiento, al espíritu afirmando la imposibilidad en la que se encuentra de aplacar su sed, a los amigos expresando su deseo de morir fundido con la naturaleza... El tema de la sed domina toda la poesía de Rimbaud; se tiene la impresión de estar frente a un ser devorado por el fuego, física y espiritualmente. Ya lo hemos observado a lo largo de los poemas anteriores; éste condensa esta obsesión y la lleva a su grado sumo, si bien, como casi siempre en nuestro poeta, dándole un tono entre irónico y sarcástico. Seguimos con la destrucción del verso clásico, sin que los hallazgos sean, a nuestro entender, muy acertados.

[586] Clara alusión a la familia materna, adornada con grandes borrachos cuya herencia biológica teme la madre del poeta.

[587] Esta serie de ofrecimientos está perfectamente ordenada: primero el vino propio y selecto, luego las bebidas rústicas y, finalmente, las bebidas exóticas. Es conocido el gusto de Rimbaud por la cerveza, ese agua de oro que parece contener átomos de luz.

[588] ¿Por qué urnas, final de verso que no está impuesto por ninguna rima o asonancia? La palabra, por su condición de recipiente y por su uso funerario, aúna la dimensión de la bebida y la de la muerte en un mismo espacio mítico: ¿agua de vida o agua de muerte?

[589] Si ahora es el YO el que habla, ¿quién hablaba antes? El poema es como un monólogo a dos voces ––algo tan habitual en Rimbaud: la primera habla de lo conocido ––de los temas poéticos conocidos––; la segunda les niega a éstos cualquier capacidad para aplacar una sed, estética ahora, que devora al poeta.

[590] Poesía de florero (o de taller) y poesía de campo ––como la de los impresionistas y la del propio Rimbaud.

[591] Creemos que el coplista es el equivalente español popular del chansonier.

[592] Los amigos de París, Verlaine en particular, gran aficionado a la absenta (su hada verde), con el que Rimbaud bebía grandes cantidades de Bitter, cuando éste salía de su despacho. La taberna se transforma... y el poeta nos presenta un paisaje cósmico de oleadas, cataratas y derrubios etílicos.

[593] Este poema, como tantas otras anotaciones, nos pone de manifiesto hasta qué punto el desenfreno de Rimbaud no parte de una naturaleza arrastrada por el amor de estos placeres `vulgares', sino de una reacción, de un desencanto, de la persona que afirma continuamente (cfr. Una temporada en el infierno) su sed de pureza natural con ribetes bastante ascéticos.

[594] La Taberna Verde, que ya conocemos. El caminante está condenado a serlo ara siempre. Lo que no puede evitar es el deseo profundo del retomo anido, aunque éste sea la taberna de la adolescencia.

[595] Muerte bajo el agua espesa de los estanques, muerte junto a las violetas mojadas del bosque o al pie de algún tronco podrido: la búsqueda tiene como objetivo encontrar un espacio de frescura que aplaque un metabolismo ígneo ––tanto física como espiritualmente: adolescente de fuego; más Apolo que Vulcano––, a pesar de las apariencias y de cierta apologética de vanguardia, en busca de antecesores que justifiquen sus rebeldías y sus miserias.

[596] Poema de mayo de 1872. La traducción española no puede poner de manifiesto la subversión métrica del poema: en francés las llamadas e mudas ya no se pronuncian, de manera generalizada, en la lengua cotidiana. Sin embargo, esta e contaba como un pie en la versificación tradicional, lo que obligaba y obliga a pronunciarlas. Rimbaud compone ya sus versos como si no existieran, lo que obliga a leer el poema de un modo coloquial, con el fin de mantener los ocho pies que los versos `deben' tener. Rimbaud da, pues, un paso de gigante hacia la musicalidad moderna del verso francés.

[597] Las Hespérides están al oeste. No creemos que Rimbaud cometa la torpeza de situarlas al este, por donde sale el sol. Creemos, más bien, que el poeta está pensando en el sur como en los países solares por excelencia y las Hespérides sí estaban al sur de Francia. Por ello, nos parece verosímil (como piensa Decaudin) que donde el poeta dice «el sol de las Hespérides» haya que pensar en las manzanas de oro de las Hespérides.

[598] Los techos de artesonado de las grandes mansiones ––falsos techos, se llaman––, ajenos por completo al bohemio itinerante cuya fonda era la Osa Mayor (cfr. Mi bohemia).

[599] Ciudad paradigmática de las riquezas de la antigüedad; pero no olvidemos que París ha sido llamada, en más de una ocasión, la nueva Babilonia.

[600] ¿No se trata acaso de Venus ––la estrella de la mañana y de la tarde, cuya presencia antecede y sigue a la del sol en el cielo–– conocida popularmente como La estrella de los pastores (también en Francia)? Lo decimos con interrogación, pues algunos críticos se preguntan quién puede ser esta «Reina de los pastores, y llegan a sugerir que podría tratarse de la Virgen ––inventándose una nueva advocación de las Letanías.

[601] Grupo de cuatro poemas de mayo y junio de 1872. La evolución del verso de Rimbaud llega a su fin: versos más o menos regulares, pero con rimas consonantes, asonantes o con simples aliteraciones consonánticas y con versos blancos aislados de aquí y de allá.

[602] ¿Del mes de mayo o de los mayos ––esos árboles cortados (chopos habitualmente) que se `plantaban' en las plazas públicas, con ocasión de varias celebraciones primaverales, y que se adornaban con frutas, flores, guirnaldas y banderas?

[603] Estos poemas contienen un mea culpa secreto. Ahora bien, no es del lado de la sociedad hacia donde el poeta dirige su añoranza de compañía y de utilidad, sino del lado de la naturaleza. El poeta recupera su filosofía primera, si es que la abandonó en su rebeldía: la filosofía de Sol y carne.

[604] El referente de Pastores, en este poema y en el anterior, queda flotando en el mundo de las hipótesis: ¿se trata de los amantes, de los poetas o, simplemente de los pastores...? Creemos que la oposición entre Rimbaud, que quiere morir en manos de la Natura, y los Pastores que mueren en manos del mundo, nos permite inclinamos del lado de los poetas ––aquellos que se pierden en la sociedad.

[605] ...y me desgasten con el uso.

[606] La crítica quiere hacer de este poema una especie de planto, tras la pérdida amorosa de Verlaine. Creemos que es limitar la inspiración del poeta a hechos aislados, por muy importantes que sean. Rimbaud está liquidando en estos momentos de su vida todo un pasado ––una vida perdida que, desde el punto de vista colectivo, no tenía derecho a perder. Es esta visión global la que domina todo el poema, como el poema Tristeza, de A. de Musset, escrito en condiciones muy similares de talento y de vida desperdiciada y la Temporada.

[607] Los críticos se pelean sobre el alcance de esta palabra y de este poema: desde los que encuentran en él el clavo al que agarrarse para explicar la evolución religiosa de Rimbaud, hasta los que le niegan al poema, a la palabra y a toda la obra de Rimbaud cualquier alcance espiritual. Creemos que el poema es tan enigmático como la vida misma del poeta: vibra un deseo de eternidad (cósmica, tal vez, en la fusión de todos los elementos, como ya hemos visto); se vislumbra un rechazo de todo aquello que es vida común compartida socialmente... Darle un sentido definitivo nos parece imposible. Y no porque tenga un tono más o menos burlesco, sino por la imprecisión de los términos sobre los que se construye: Eternidad brasas de satén, ciencia...

[608] ¿Según qué? Y los críticos responden: según tu libre voluntad. Pues, muy bien.